Quien lanza polvo para opacar el brillo de otros ha cavado su propia fosa.
He visto cómo Dios ha defendido mi nombre ante las mentiras de aquellos que tratan de tomar ventaja de la vulnerabilidad o fragilidad. Cómo usan su verdad sobre lo que no conocen para su “propósito y avance espiritual”.
Lo que no saben es que la justicia de Dios no opera igual a la justicia del hombre. Mientras más polvo lanza, cada vez su propia fosa se torna más profunda. Mientras más mentiras murmuran, Dios abre nuevas puertas y me impulsa a volar nuevos horizontes.
Si hay algo que he aprendido, es dejar que Dios sea quien me defienda. Guardar silencio ha sido mi mejor defensa, porque es ahí donde dejo que Dios pelee por mí.
Es mi oración que sea Dios abriendo los ojos y que el arrepentimiento cree escalones para que salgan de donde ellos mismos se han metido. Que a su tiempo se vea claramente la verdad y la libertad enlace puentes.
“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.”
Isaías 54:15 RVR1960
Comments