Recientemente estaba viendo los muñequitos con Isaak Josué. Una de las historias que presentaron fue la de los tres cerditos. Cada cerdo construyó su propia casa, uno con paja, otro con madera y el tercero con ladrillos. En la historia todos comenzaron el mismo día, pero él que construyó su casa con paja fue el primero en terminar su construcción, mientras los otros dos aún continuaban construyendo. El segundo en terminar fue el que construyó su casa de madera, pero el que construyó su casa de ladrillos aún no finalizaba su casa. Eventualmente, el que construyó su casa de ladrillos finalizó su casa. Hasta que un día llegó el lobo y sopló la casa de paja y madera, ambas casas fueron derribadas. Cuando el lobo sopló sobre la casa de ladrillos, esta permaneció en pie.
A veces parece que estamos lentos edificando nuestro edificio (propósito), pero lo que realmente es importante son los materiales con los que edificamos. Porque eventualmente vendrá la prueba donde comprobará la calidad de lo que hemos edificado.
Toma tu tiempo, escoge bien tus materiales, aunque te tome más tiempo, lo importante es que pueda resistir cuando venga el lobo.
La Palabra nos dice que la obra de cada uno será probada por fuego (1 Corintios 3:13), que algunos momentos nuestra casa podría ser azotada por las aguas y el viento (Mateo 7:25). Cuando has construido eficazmente, no importa lo que venga contra ella, permanecerá en pie.
Así que no compares tu edificación, porque aunque muchos rápidamente han levantado lo suyo, probablemente solo es paja o madera. Enfócate y prepárate bien, recuerda que en algún momento llegara el lobo. Construye para que perdure.
コメント